En ciertas ocasiones es mejor confiarse al azar. La música se oye a la perfección a través de los pequeños blafes ocultos del coche. Todo parece perfecto. Pero, ¿de qué sirve la perfección, si ahora mismo estás solo, y nadie se da cuenta? Nadie puede compartirla contigo, felicitarte, ni envidiarte...
APG
No hay comentarios:
Publicar un comentario